sábado, 31 de diciembre de 2016
Felicidad tenebrosa.
viernes, 23 de diciembre de 2016
Repasos. ¿Qué tipo de repasos?
lunes, 5 de diciembre de 2016
"Ay, las cosas que hago por amor"
sábado, 26 de noviembre de 2016
Se murió Fidel, dicen que mataron a Rita...
El poder... esa cosa tan interesante... pero más lo es lo de la cooperación, pues un Fidel, una Rita, un Franco, no están en el mismo sin esa famosa cooperación. Y la cooperación se da porque hay algún beneficio o perjuicio, reales o imaginarios...
Un saludo,
martes, 22 de noviembre de 2016
Asideros.
jueves, 17 de noviembre de 2016
Vida de barrio.
lunes, 14 de noviembre de 2016
Crisis? What Crisis? SUPERTRAMP!
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Capas de realidad.
viernes, 28 de octubre de 2016
Dylan.
NiÚltimamente he tenido debate (cómo no) con Rafa y alguno más sobre la pertinencia o no del Nobel a Dylan. Salieron también los guardianes de la ortodoxia, zelotes del buen gusto y separadores de ambientes (a Dylan, Grammies, pero el Nobel, no) así como los sumos sacerdotes de la LITERATURA. Ya saben. Lo de que lo merece Murakami o Roth (pero curiosamente, nadie, salvo mujeres e ingenuos como yo, dice una Ursula K. Leguin o una brillante Margaret Atwood) o incluso autores rarunos. Todos han dictado su sentencia. Pero me llama la atención del debate una cosa; no la obviedad de que es un premio privado y subjetivo como el de la Paz o Economía (nadie discute los de Ciencias... por ignorancia y no entrar en un jardín de carnívoras, imagino) si no que la "LITERATURA" no es simplemente un montón de texto negro sobre fondo blanco. ¿Acaso Sabina no construye historias, como hicieran Krahe o Hilario Camacho? ¿Leonard Cohen no nos regala imágenes impagables? ¿Raperos o poetas de metro, tampoco? Historias. La literatura es eso, contar la misma historia de otra manera. La misma, nadie se engañe... ningún tema nuevo, salvo técnico. Cambia el ingenio para invadir el espíritu del lector o receptor y atraparle en.una historia, en LA historia.
Dragó y algunos imbéciles más pontifican sobre literatura y desprecian lo que escapa a su apertura mental, aunque realmente no hacen más que demostrar su temor ante lo que no comprenden, actitud muy humana. ¿Es menos literaria una serie de televisión que una saga que construye imágenes con palabras?
El Nobel de literatura es hijo de su tiempo. Ha premiado teatro, poesía, ensayo, periodismo... letra impresa. Porque no había cine. Para eso está el Oscar (a las artes cinematográficas, son listos: ARTES) y aún así... yo no veo mal el premio, de la indiferencia inicial que me produjo he pasado a su defensa. ¿Y por qué no? Arte... Arte... y el arte es tan subjetivo como pleno el alcance que tiene afectando nuestro espíritu con las historias que se nos cuentan. Sean mediante el medio que sean...
Melancholy mood, friends. Disfrutar es lo que importa...
Un saludo,
jueves, 29 de septiembre de 2016
El olvido y el humor.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
Lo tecno mola.
Un saludo,
viernes, 26 de agosto de 2016
El pudor o el poder
Un saludo,
martes, 16 de agosto de 2016
La intolerancia.
Y si tras esta reflexión ahora quieres, lector, acusarme de intolerante (ya sabes, ese tipo de cosas que parecen decirse con ánimo de ofender) puedes. Porque lo soy. Y tú también. Pero el problema es que yo ya no transijo con ciertas cosas. Occidente y estos últimos 40 años me gustan. No he sido balcánico, ni del bloque del Este comunista, ni tampoco he vivido demasiado cerca el terrorismo etarra. He tenido la suerte de nacer y vivir en un estado vasallo del Imperio Estadounidense, y no me siento orgulloso de ello, pero desde luego me siento mejor que si fuera un kurdo en cualquier parte, un chiíta en Yemen, un sunita en Irán o un cristiano en Afganistán. Y quizá, sólo quizá, esos "inventos del demonio" occidentales sean, en suma, mejores que otras expresiones culturales para las que siento, como tú, una sana intolerancia cuando veo que no puedo ser tolerante en su integración. Una integración tan simple como que "oye, vive como quieras a mi lado, pero procura no intentar matarme"...
Un saludo,
martes, 19 de julio de 2016
Hijos de los hombres
Un saludo,
martes, 5 de julio de 2016
Después de la Democracia
miércoles, 29 de junio de 2016
Imperfecciones
Incluso entre quienes apoyaron primero a Podemos por rabia, por otro tipo de miedo (al futuro quebrado, a perder casa o empleo, a que todo se banalice aún más) se han encontrado con que no han sido lo suficientemente rápidos, ni sus dirigentes tan hábiles como para tornar su situación desesperada en tranquila. Es la elección de lo "malo conocido", que es la forma de expresar "ahí ya sé las reglas del juego y me adapto como puedo", volviendo así al "caballo ganador" que nunca falla (o se percibe que no falla) aunque se drogue, dope o el jockey le de fusta. Lo que ocurrió siempre en España, donde los dirigentes sabían y saben, de manera natural, que hay que dejar el espacio a la queja sonora, abrupta, individual y nada relevante, porque genera la falsa sensación de alivio ante situaciones desesperantes. Quéjese, pero de manera irrelevante, y vuelva al redil.
miércoles, 15 de junio de 2016
¡Cuernos!
martes, 24 de mayo de 2016
Por qué debes leer
sábado, 21 de mayo de 2016
Seriados
Pero sin duda "House of cards", a pesar de una segunda temporada llana (salvo por Putin) está entre mis favoritas actuales. Quiero ver la versión de la BBC, por supuesto, pero no sé si atreverme... Naturalmente, "El Ministerio del Tiempo" también me tiene atrapado, llegando a sacarme alguna lágrima como en los episodios del asedio de Baler (los últimos de Filipinas, para que nos entendamos) y alegrándome que tenga tanto éxito (aunque la calidad se resienta por los presupuestos) En su día, "Rome" me produjo cierto placer también, aunque fueran "las alegres aventuras de Lucio Voreno y Tito Pullo" con licencias. Ver a César encarnado en Ciaran HInds o al brutal Marco Antonio en James Purefoy (que también está en la que acabo de comenzar a ver, "Hap and Leonard") ya cubre toda suspensión de realidad en otros asuntos. He disfrutado mucho con la primera (y la segunda) temporada de "True Detective". La primera por lo enorme del producto, ese revisitar el terror de los Chambers y Lovecraft, esa mitología puramente americana. La segunda, porque sin la primera hubiera sido una estupenda historia policial y "noir" sin hermano mayor con quien compararse. No puedo dejar de hablar de "Black sails", diversión con la recreación de Robert L. Stevenson hecha con muy buena factura. En su día también me encantó "Friends", apertura de todas las comedias tipo "Cómo conocí a vuestra madre", que tiene momentos grandiosos. "Narcos" es otro descubrimiento de Netflix, como en su día las miniseries históricas de HBO tipo "John Adams" o las de la segunda guerra mundial "Hermanos de sangre" o "Pacífico", fantásticamente complementadas con entrevistas a veteranos y metraje documental de la época. Los mitos modernos... Sin duda, mi respeto a la delicada vida familiar de "The americans" también me hace apreciar esta serie (espías del KGB en suelo americano en plena época Reagan... ya eso atrae) y a su hermana complementaria "Deutschland 83", una gran recreación del "gran juego" en las dos Alemanias. Entre las "tecnológicas" me quedo con "Silicon valley", magnífica y ácida, y "Mr Robot", un producto muy Kubrick también desasosegante e intrigante. "Turn", otro producto histórico donde disfruto viendo casacas rojas, está bastante bien.
Es un repaso nada exhaustivo. Seguro que olvido series más viejas ("El equipo A", "El coche fantástico", "V"...) porque no las veo igual. "Curro Jiménez", por ejemplo, alguna vez que he visto reposiciones tengo un sentimiento mixto, de sorpresa y de decepción. Y también olvidaré series actuales, bien porque no me han dejado poso o porque mi memoria es frágil, que lo segundo es más cierto. Pero el resumen de esta entrada, para mí, es... ¡cuánto por ver! Si mi paternidad ha relegado el cine a ocasiones casi especiales, me encuentro con que hemos regresado, paradójicamente, a los inicios del séptimo arte. Sí, amigos. Cuando "Los vampiros" o "Fantomas" de Feuillade se estrenaron hace unos 100 años en Francia, era cine por entregas. Series. Lo que en los treinta y cuarenta tendría éxito en EEUU con los "Flash Gordon" o "Fu Manchú". No es nada nuevo. Cambia el medio, pero no el mensaje. Seguimos, en el fondo, queriendo cotillear en las vidas ajenas, conocer a qué se enfrentan, cómo lo resuelven o cómo reaccionan. Y queremos sorpresas, imaginación, escenarios mágicos...