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lunes, 14 de septiembre de 2009

Al estilo Pepu, sin Pepu

Yo no sé si ha habido charleta entre los compañeros de equipo, con el "núcleo duro" a la cabeza. Quizá han sacado algunos los galones y han ejercido, independientemente de que el partido haya pasado por algunas fases de colores inesperados. Pero sí es cierto que no me ha parecido que el entrenador haya estado mal. Sergio Scariolo ha leído ésta vez mejor el partido, o quizá debiera decir que lo han leído los jugadores pasando de Scariolo y algunos de sus sistemas.

Lo cierto es que hemos ganado. Igual que otros partidos hemos perdido, jugando lamentablemente mal, éste se ha ganado. Y lo más gracioso es que es el primero que se gana con sensaciones buenas. Al estilo Pepu. Corriendo. El primer alley-oop del campeonato, si no me equivoco. La primera vez que se roban balones y ¡sorpresa! un contraataque acaba en triple. La primera vez que se defiende en toda la pista durante muchos minutos, presionando a muerte. La primera vez que he visto sonrisas en más de un jugador. Al estilo Pepu, pero sin él.

La cara de Jose Luis Sáez en las gradas era un poema. Debía estar mordiéndose las uñas pensando en qué imagen deportiva estábamos dando. Que si su amigo Jaime no estaría pensando en joderle bien en cuanto pudiera. Y todo con su traje de cacique andaluz, de amo de cortijo. Él, que anunciaba hace semanas en la web de la FEB que el objetivo era el oro y punto.

A mí me encantaría que ganaran el oro. Que lo ganáramos. Certificaría una de las mejores generaciones y uno de los mejores momentos de un país desde la Yugoslavia esa que amedrentaba en los setenta y ochenta, los plavi de medalla continuada. Haría que tomáramos conciencia de los valores y esencias del deporte que han llevado a los Gasol, Navarro, Rudy, Garbajosa, Jiménez, Calderón y otros al estrellato dentro y fuera del país. Certificaría el camino emprendido en 1999 con esa generación de oro que ganó a los EEUU en un partido memorable y casi tuvo la opción de repetir triunfo en el anterior Olímpico. Pero...

Pero, pero, pero. En el Mundial de 2006 (la GLORIA) me preguntó un amigo que qué opinaba de la Selección que llevaba Pepu. Lo primero que dije es que había mentalidad del Estu, de la Demencia, y eso era positivo, pues significaba buen rollo, diversión, descaro, rapidez, atrevimiento. También que era un equipo compensado, muy fuerte. Y vistas las preparaciones, que aspirábamos a medalla y solamente EEUU, Argentina o Grecia (joer, de las pocas veces que acerté) podrían quitárnosla. Partido a partido, me creció la ilusión. No solamente ganábamos. Nos acercábamos a un triunfo sin igual. Y en el partido contra Grecia, lo sentí; apabullante. Éramos los mejores.

En el Eurobasket del 2007, también lo hablé con un amigo. Mal asunto el aumento exponencial de anuncios, promociones y eventos a cubrir por los nuestros. Y con la derrota de Sevilla, y la bronca por volver en el AVE a las 2 de la mañana en vez de quedarse un día allí tranquilamente, a restañar heridas, para cubrir un evento crematístico de la FEB, me sentí mosqueado. Y mosqueado no me sentí en la final, si no cabreado, enfadado, jodido, y algo decepcionado de mis compatriotas. El estadio era una grada de VIP's imbéciles que no animaban (salvo un inmenso Nadal, que sabe de qué va eso del deporte y lo importante de que te empujen los aficionados) y así fue, jugándonosla en el último segundo maldito. Vale que el bloque era el mismo, algo que pudiera ser un error, pero la FEB había metido mano, mucha mano, y mierda con ella.

Y se vio en el Olímpico de 2008. Aíto llego con una idea clara; él estaba lo que quisiera estar, haciendo lo que le saliera de los cojones, con claridad, llevando a quienes deseara, con sus sistemas, las rotaciones que deseara y, sobre todo, un espíritu de competitividad de muchos octanos. Se llevó una plata que era un oro, y certificó el cénit de la Selección, de la plavi roja. Y se fue contento. Nos dejó una sonrisa, un sentimiento de nostalgia y una incertidumbre ante el futuro.

El que ya es presente. Eurobasket 2009. Pasado mañana con Polonia, anfitriona, sabré si lo de hoy ha sido el Borodino de Scariolo o la recuperación. Me aferro a lo segundo, porque creo que los jugadores están jugando al estilo Pepu, sin Pepu... y sin otros. Demostrando que así se gana. Con la sonrisa de Magic.

Un saludo,