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viernes, 22 de noviembre de 2019

Conciencia de lo absurdo - "The Crown".

La serie de Netflix, "The Crown", es una serie maravillosa. Rodada con dinero, exteriores magníficos, interiores lujosos, y sobre todo, actores de una enorme calidad. En sí misma, la serie es un mensaje de lo que cuenta. Lo cara que es la monarquía británica y lo que cuesta mantenerla, pero lo que significa (en términos de entretenimiento, como la propia serie) para todos. Es innecesaria, pero a la vez, muy útil. 

¿Para quién? Se querrá pensar. El "cui bono" omnipresente y necesario para comprender cualquier proceso en la vida. Pues es la gran respuesta. Para todos y para ninguno. Los que apoyan la monarquía británica (se pueden hacer paralelismos con cualesquiera otras) la sienten como el puntal de su sociedad, la clave que otorga a su existencia un significado, raspando el vacío con oropeles y coronas, carrozas doradas y simbologías varias. Los que la odian o desean erradicar, porque sin ella no tendrían un enemigo perfecto en el que volcar sus ideas de derroche absurdo e innecesario. Todos contentos. ¿No?

Hace mucho tiempo, leí una frase que contiene gran parte de esa conciencia de lo absurdo. Es muy propia, muy nuestra. "Contra Franco vivíamos mejor". De ese insuperable que es y fue Manuel Vázquez Montalbán. Un poeta de la prosa. Con la reina del Reino Unido viven bien muchos, y contra ella, también otros muchos. Y en la serie, claramente, se ve ese drama personal que ellos viven (la reina, su hermana, sus maridos, sus hijos, especialmente en el caso de Carlos) donde su existencia es un azar lleno de absurdos que han de aceptar como naturales o normales. 

Todo un alegato, en realidad, de desarrollo del existencialismo. Trasladado a Buckingham Palace y aledaños.

Un saludo,