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miércoles, 2 de noviembre de 2011

"Grecia, cuna de la democracia"

¿Cuántas veces hemos leído o escuchado esto, en clase de filosofía, historia o literatura, en corrillos de política, tertulias, charlas informales y otros ámbitos? Miles de veces. Repetido como un mantra, nos gustaba recalcar el carácter occidental y europeo de la democracia, como valor positivo y futurista, repleto de un significado contrapuesto a otros más negativos (tiranía, sumisión, orientalismo fanático...) y, finalmente, referente cultural y cultureta sin parangón.

De pronto, ya no es la cuna de la democracia.

Porque un presidente heleno, Papandreu, acosado por los mercados, las especulaciones, los bancos alemanes y todos esos que ayudaron a montar la crisis y curiosamente ahora tienen su solución (será como las armas de destrucción masiva de Irak, sabían que estaban allí porque... se les habían vendido antes) ha decidido dar el paso más lógico y natural en una democracia, que todos sabemos es el gobierno del pueblo:

Convocar un referendum.

Los aullidos, gritos y espantos se escuchan desde muchos sitios. El fin del euro, de Europa, de la eurozona, el ahondamiento en la crisis, los Siete mil infiernos abiertos bajo nuestros pies... porque se haga una pregunta a los griegos, que son finalmente quienes sufrirán en sus carnes los ajustes de la "solución" imnpuesta por bancos que ellos no han votado ni elegido.

Me sorprende la airada protesta de los políticos como Sarkozy o Merkel, de Elena Salgado, de Cañete, de Obama, de los que hablan, porque otro político, para más desgracia, socialista, ha sido quien les ha robado protagonismo y firmeza.

¿Que está bien o está mal?

Es la democracia, la decisión del pueblo, sea ésta inteligente o estúpida. Y parece que, siempre que vaya en contra de "los mercados", esto es, el empobrecimiento del ciudadano de siempre, será, indefectiblemente, estúpida.

O quizá no.

Un saludo,