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miércoles, 2 de enero de 2013

9 sombras de un político español (II)

Sigamos la utopía.

Después de dar la campanada, el gobernante que nos tenía acostumbrado a un discurso predecible, monótono y cargante, tuvo que ser retirado de los micrófonos con rapidez. Sabía que se había ganado un castigo impresionante, sin lugar a dudas. Sus palabras habían conmocionado a los patrones que le financiaban. ¡Pero cómo te atreves! decía uno muy rico, dedicado a la ropa. ¡Estás loco! dijo otro, puesto en grandes superficies. ¡Esto es inaudito! dijo el dueño de un banco. Todos ellos se reunieron en consejo apresurado, dejando de lado a los subdelegados propios. Tenían que verse las caras...

Mientras, nuestro gobernante ya disfruta de su primer castigo en la intimidad. Pero otros gobernantes, de repente, sienten una especie de quemazón, de picor incontenible. Y una de ellas, de palabra controlada y popular, hábil y lábil al tiempo, decide ponerse en los micrófonos. Majetes, os vais a enterar...

- Convoco ésta rueda de prensa para informaros a todos de lo que hay. Y lo que hay es un desprestigio increíble de las instituciones, de los representantes y de nuestras maneras de hacer. Yo, aunque parezca retirada, no lo estoy, sigo con preocupación los acontecimientos. Y me pregunto, como hizo Kennedy, que aunque fuera un demócrata tenía frases buenas, ¿qué puedo hacer yo por mi país, no mi país por mí? Por eso me he plantao aquí delante...

Teatralmente, con gestos calculados, de pronto todo se va al garete. Nada, hasta el discurso controladamente incendiario se desparrama y se va al carajo.

- Porque es verdad, es cierto. Los políticos estamos amamandurriaos. Llevamos mucho tiempo chupando del bote, del bote que rellenáis vosotros, la clase media, o bueno, eso es lo que os gusta llamaros, porque sois chusma a fin de cuentas. Chusma que paga y vota. No os disteis cuenta, en vuestro afan por ser libres y con derechos y tal, que renunciasteis a ellos hace treinta años o más... nos los cedisteis, como unas Preferentes, de por vida a unos partidos y sindicatos y organizaciones que gestionan todo para vosotros, pero sin vosotros. ¿Conocéis algún político honesto, franco, real, que haya llegado a un puesto relevante sin ayuda de su Partido? Porque aquí el truco es que el Partido lo es todo, y sin él, no eres nadie... incluso yo, majetes, tengo que estar en un Partido o si no me como los palos de golf. Tú, dáme agua que me quedo seca... (bebe con elegancia populista) Así que os lo digo, ¡fuera ya esas tonterías! A partir de ahora, voy a presentarme por libre, y con un programa sencillo; fin de listas cerradas, de elegir a 150 personas que no conocéis de nada y que votáis porque fulano tiene ojos azules, dijo una frase afortunada o es un chistoso. ¡Al carajo! Voy a hacer una reforma de recorte de los de verdad... leyes que sobran, a cascoporro, y aplicar las que sí funcionan con sentido común. Y cuando esté en el Parlamento, ya veré si el regional o el nacional, aplicaré esas reformas y al día siguiente, todos a votar de nuevo en referéndum, que creo que es una herramienta muy chula. Refrendo de lo que hagamos, o no. Así no seremos desviadores de la voluntad pública, si no transmisores reales de la misma. Eso sí, luego apechugad... a mí no me importaría aplicar lo que digo de verdad, no lo que oculto, como mi sucesor, el interino, je je je, no veáis, qué disgustos me está dando, el tío... pero a lo que vamos. Listas abiertas. Ningún tipo de imposición o mandato imperativo. El que quiera representar a sus ciudadanos, que se lo curre, y desde luego, subvenciones mínimas. Eso sí, la tele y tal, la pública, la que no me gusta, a actuar con igualdad. Nada de "10 minutos unos y 1 minuto otro", nada, todos el mismo tiempo y espacio. Vais a ver qué divertido...

El becario de un gran periódico está mordiendo el lápiz, flipado. El cámara ya no rueda. Una chica con micro se ha quedado pasmada. Están los cuatro gatos contratados por una ETT de noticias, porque el resto, no sabe qué hacer... y entonces, la política remata:

- Majetes, a ver si os enteráis. Si éstos os han hecho la cama por la espalda, dadle la espalda vosotros a ellos y haced las cosas de otra manera. A ver, lo dicho, "no esperéis que otros hagan lo que os corresponde a vosotros"...

- Fin de la segunda sombra -