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martes, 23 de marzo de 2010

¿Educar con el miedo?

Qué pesado que soy. Si es que no hago más que hablar mal de la religión, de la católica, para ser precisos. Pero es que no paran de darme motivos.

Siempre, de siempre, la secta católica (y sus sectas hermanas, no nos engañemos) ha buscado una cuestión fundamental; educar. Pero en ellos educar es adoctrinar. Y el adoctrinamiento siempre, de siempre, conduce a un mismo fin; eliminar la crítica y la libertad de pensamiento.

Pongamos la última campaña de la secta. "Es un tú en tí". Prescindiendo de las tildes, nos sale la famosa red social de los chavales. A quienes desde luego va dirigida. ¿Qué pretende? como en las campañas de tráfico, mostrar fetos y otras cosas impactantes que asusten y den miedo. Nada novedoso. Las religiones siempre han actuado por el miedo.

El primero, miedo a morir. ¡Mi mortalidad, qué dura es!. El segundo, miedo a que después haya algo y estemos condenados. ¡Mi inmortalidad, salvadme!. Y con eso y un bizcocho, buscan el control en el aquí y ahora que es la vida, lo único cierto. Y encima se dan el lujo de ser defensores de la misma.

El miedo es un gran estímulo. Miedo a un infierno, a un limbo, a un lugar correoso. Miedo a no ser recompensado con un paraíso, con un montón de huríes, con una reencarnación. Miedo a que nuestra vida aquí y ahora sea algo producto del azar y que hagamos de la necesidad virtud.

Educan con el miedo. Siempre lo han hecho. Y el miedo es un gran arma, hasta que algunos lo dejan de tener y lo denuncian. Ahí están los que denunciaron los exterminios de judíos, croatas, presos del gulag, los diferentes por una u otra causa. Ahí están también los que denunciaron la hipocresía de las religiones, su nocividad, su carácter manipulador y totalitario. Ahí estamos algunos, sin ningún miedo, porque nacer es un accidente, la vida, un aliciente, y la muerte, real, simplemente.

Mientras tanto, la educación debería ser para vivir en sociedad, vivir una serie de valores, de compromisos, de posibilidades de elección y libertad para tomar dichas decisiones, además de medios para ello. Y no por el miedo, si no por el ejemplo y la constancia en el tiempo.

En fin, felicidades a tuenti por haber cancelado en su red social ésta campaña de miedo contra los adolescentes. Antes de meter miedo, que informen.

Un saludo,