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lunes, 13 de julio de 2015

Cada generación tuvo su guerra.

Digamos que usted nació en 1800. Pongo esa fecha porque es cuando más o menos se puede hablar con sensatez de las "naciones". Es usted español. Me da igual que de Reus o de Albacete. Cuando tiene 8 años, le invaden los franceses. 5 años de guerra de guerrillas. Pero luego vienen las luchas por conservar el Imperio de ultramar. Hasta 1830, que se consuman casi todas las independencias, puede ser que luche allí. Sin contar una invasión francesa absolutista. Ni las guerras entre liberales y absolutistas. A los 30, estará más baqueteado con el trabuco y la navaja que un niño con la pelota. Pero si tiene fortuna de vivir, pronto vendrá una guerra carlista. Digamos que muere en la primera, allá por 1840, dejando un hijo.

Su hijo pronto verá otra guerra. Si estaba por Sevilla, el bombardeo de Espartero (no todo va a ser bombardear Barcelona, hombre) y si se va pronto, puede terminar viviendo otra carlistada en 1848. Aparte de revueltas mil. Cansado, puede decir, "me voy a África". ¡Mal! Otra guerra de 1859 a 1861, y si de ahí se va, acaba en México a cobrar deudas con Prim. Con suerte, si sobrevive al polvo americano, llegará a vivir la Gloriosa y las algaradas de siempre, propiciadas por miles de personas que quieren conspirar para hacer "una España mejor". Siendo malos, este hijo puede morir en 1873 tras vivir una Regencia, un rey extranjero, una República y... anda, otra guerra carlista.

Pero puede haber dejado descendencia. Seamos buenos. De 1873 a 1898, puede que solamente se pelee un poco en Marruecos y sobre todo en ultramar... Filipinas y especialmente Cuba. ¡Cuba! Si sobrevive a Cuba, ha sobrevivido a todo... hasta que, en 1908, se va a la reserva aunque escucha no sé qué de un ferrocarril... y en 1909 se lía. Con esa edad, ya ha dejado un hijo, está casado y pongamos que vive en Barcelona, siendo reservista... ¡Ah! ¿Les suena el Barranco del Lobo? Digamos que ahí pierde la vida este muchacho...

La cuarta generación parece que lo tendrá más fácil. Alguna lucha en Marruecos, de nuevo, esquivando el Desastre de Annual en 1923, si somos generosos, aunque yéndose de allí harto de generales que buscan el ascenso prohibido en la península. Quizá, solamente quizá, tomará los años de la Dictadura de Primo de Rivera con tranquilidad, a fin de cuentas... no hay luchas. Hasta que, en 1936...

Si contamos, cinco generaciones que ha tenido sus guerras. Contra el francés, contra el liberal o absolutista, contra el cristino o el carlista, contra el indiano rico independentista, contra el cubano, el filipino, el marroquí, el comunista soviético, contra sus hermanos, contra todo lo que se ponga a tiro. El español entre 1800 y 1944 coge el fusil, la bayoneta, el cuchillo, la pistola, el trabuco o lo que pille a mano. Cinco generaciones que han tenido su batalla, su guerra, en casi 150 años, sin parar mucho a pensar por qué, por quién. Pero es curioso. Tras la Segunda Guerra Mundial, las cosas cambian. Ya no hay luchas tan duras. ¿Miedo? ¿cansancio? 40 años de relativa paz del Caudillo, casi otros 40 de relativa paz de la II Restauración (terrorismo de ETA aparte...) y nos encontramos aquí, ahora.

¿Cuál es la guerra de nuestra generación?

Un saludo,