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domingo, 14 de marzo de 2010

El arte de llevar la razón

Un libro magnífico de Schopenhauer, ya lo habré comentado. Pues bien, acabo de tener una revelación no ha mucho: lo escribió dedicándoselo a los españoles.

Sí, en el prólogo, en una carta, en alguna conversación, Arturo (¿me lo permites, ¿no? total, estás muerto y no tengo que respetarte) debió de indicar eso. "Sí, verás, como he podido observar, no hay mejores depositarios de éste librito; los españoles. Porque me olvidé de una estratagema suya tan característica, y es que si todo falla, van a rajarte de lado a lado." Espero que el ímprobo historiador y biógrafo que acometa la labor de contar su vida encuentre esa nota... sería clarificadora.

Porque lo tengo claro, si alguien lleva razón, siempre, es un español. Sobre todo cuando no la tiene. Sí, ah, si la tiene, enseguida discutirá por otra causa. La menos importante. Pero si no...

Lo vivo a diario. Todo el mundo es experto en algo. La mera relación física con un libro de una materia cualquiera hace a esas personas expertas. "Tengo un libro sobre..." y rellenen los puntos suspensivos. El aducido es un experto ya mismo. Capaz de dilucidar donde aquellos no tienen candil suficiente. Y tea de los desaprensivos que le acusen de superficial. Si uno ha estado en un lugar, ya es experto en geografía, botánica, etnología, sociología, economía, historia y hasta microbiología del sitio en cuestión. "Ah, Egipto... 5.000 años me contemplan y te los resumo en dos palabras". Si alguien escuchó a alguien decir algo respecto a algún tema, por ósmosis aprehende todo lo necesario para hablar y pontificar al respecto. Y no digamos si es de un tertuliano cualquiera...

El arte de llevar razón es un arte cada vez menos elaborado. Antes se disfrazaban los argumentos con la falsa esperanza de pasarlos por objetivos, pero ahora, directamente, se suplanta la solidez de los mismos con la simple y subjetiva presencia de quien los expresa. "¡Porque yo lo digo, ea!"

Y digo yo, siendo todos tan listos, tan sensatos, tan inteligentes, tan capaces... ¿cómo nos va como nos va?

Curiosa respuesta a tamaña pregunta. Seguro que hay gente inteligente, no listillos, ojo, que pueden responder a eso.

Un saludo,