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miércoles, 14 de noviembre de 2007

Pornografía

Define el diccionario de la RAE pornografía como "Carácter obsceno de obras literarias o artísticas". Dice el María Moliner con mayor claridad que es "Representación o descripción explícita de actos obscenos en películas, revistas, libros, etc." En las dos, la palabra clave es obsceno.

Se ve en ésta definición una clara postura moral, una intención ética. Lo obsceno es pornográfico, se represente donde se represente. Me gusta más la de María Moliner, para qué negarlo, por completista. La cuestión es que, durante muchos siglos, la pornografía se ha asociado a una serie de cuestiones que me apetece comentar.

Primera de todas; es una industria asociada al crimen, a la explotación de las mujeres, a las drogas, a vidas truncadas y malogradas. ¿Es eso cierto? Hay gente que hace muchísimo porno, casero, amateur, incluso orgías que son de conocidos (Swingersakce, por ejemplo) o intercambios de parejas. Gente que acude a organizaciones o lugares para hacer tríos, probar ciertas cuestiones que a algunos les parecen nefastas... en suma, gente que no se asocia en absoluto al crimen, la explotación, una vida malograda, el consumo sin más de drogas... sin contar con los coleccionismos que se hacen muchas veces por personas perfectamente respetables y que, por lo menos, resultan entonces hipócritas. Aparte, hay que ver las nuevas estrellas del porno, gente que muchas veces se mete porque es un negocio más, o les gusta, pero no porque no les quede otra salida... ¡Si hasta la Sexta emite un programa llamado "Todos a 100" que va de esto!

Segunda; aburre y no es arte. Estoy harto de oirlo, como una especie de "coraza" o mantra intelectual ante el arrobo sensual que pueda producir alguna escena... aburre muchas veces porque es repetitivo, vista una... ¿vistas todas? No necesariamente. Hay porno y porno. No es lo mismo el porno de los años 70, y no es igual en cada país, que el de los 80, ni el de los 90, ni siquiera actualmente. Hay muchos cambios, muchas variaciones, atrevimientos, exploraciones. Incluso hay películas que exploran el mundo del porno (Dos; una frances y otra americana llamadas igual, El Pornógrafo) desde el ámbito de hacer un cine "diferente" o películas que lo incorporan como Nine songs o Los idiotas... es decir, aburrida es la persona que lo mira o la persona que se cree que lo ha visto todo y nada le excita ya. Y sobre el arte... pues arte, y vuelvo a los dos diccionarios, para ver diferencias, es "Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros" según el RAE, o simplemente "Manera como se hace o debe hacerse una cosa" según el María Moliner. La primera defición es más adecuada, ¿no? si bien la visión "desinteresada" es algo que dudo mucho ocurra cuando alguien hace algo... entonces, ¿la pornografía no es arte, una manifestación que a veces interpreta personalmente lo real o lo imaginado, mediante recursos plásticos (películas, fotos, cuadros) lingüísticos (diálogos, relatos eróticos, novelas) o sonoros (Gemidos, gritos, palabras...)? ¿podemos excluirla de las definiciones hechas hasta ahora?

Tercer lugar común; el porno ofrece una visión falsa del sexo, del erotismo y de lo que una pareja ha de tener o necesitar. A ésto se une el típico (junto con la masturbación) epíteto de "insuficiente", tan cacareado. Otra vez la moral. El erotismo del porno existe. Y es alto, muy alto. De eso trata del porno, de exitarlo, creando realidades para la persona que solamente las imagina. Es más, suele representar, como un cuadro histórico, hechos que alguien deseaba conocer. Evidentemente, no es realista cuando representa a una enfermera sexy que hace de todo con el paciente, ni tampoco a la típica colegiala que vende caramelos y acaba felando al que la abre, o el butanero o vendedor que se monta un trío con el ama de casa y su marido; no, pero son fantasías que las personas tienen, muchas, y en ese sentido, no es una visión falsa. Es de lo más realista. Representa un sueño, como una película de fantasía, y por tanto, igual que ésta, da un cierto placer al contemplar lo imaginado imperfectamente. Y no siempre es una visión falsa; ahí está el cine de amateurs, de aficionados, de personas que no se dedican a tiempo completo a este negocio, y en éstas películas vemos mucho de lo que vemos en las de "Estudio". No, no es falso lo que hacen. Ni tampoco lo es en esas orgías acordadas. Hay gente a la que le gusta hacerlo y verlo. Y volvemos a la masturbación, que siempre se asocia al porno y a la frase de esas mujeres tipo "Yo debo ser suficiente para tí y debes por tanto respetarme". ¡Qué compendio de gazmoñería, pacatería, de mala educación sexual, de represión a fin de cuentas! La pornografía abre, no cierra; la pornografía da material para las ensoñaciones, y la masturbación, placer.

En definitiva, se trata de considerar el porno como degradante para la mujer (Muchas veces lo es, pero expresa fantasías masculinas... ¿eso hay que prohibirlo) y dañino para la sociedad (Claro; al mismo nivel que el tráfico de armas, de droga, de connivencias políticas o económicas para hacer chanchullos, sin contar las religiones que imponen a la mujer un estado de servilismo...) y en todo caso, evitar todo debate sobre el tema. Pero además, es que la cantidad de cuestiones que son pornográficas es lo interesante. ¿Lo es ver un pie desnudo, un ombligo o lengua con piercing? ¿Es pornográfico ver un pene, pero artístico ver los labios de la vulva? ¿El acto sin miembro es sexual pero no pornográfico? Muchas cuestiones... y más.

Creo que las sociedades más reprimidas son las que dan el porno más bruto, más bizarro y extremado. Esta afirmación, que pensaba hace tiempo, la confirmó un amigo de mi hermano, y con qué razones. Cuanto más libre y conocedora del sexo es una sociedad, más entiende la pornografía como otra expresión de la búsqueda de placer de los hombres. Las mujeres participan en esto igual, y de hecho hay no pocas directoras, antes actrices, que miran por un porno nuevo, más dirigido a excitar a las mujeres. Y a fin de cuentas, ¿qué son las famosas novelas rosas románticas? En suma, todos queremos ver y disfrutar del sexo. El sexo, como algo placentero. La pornografía nos da materiales para ello. Y por tanto, aquellos sectores o personas que viven bajo una educación limitada, represiva, nada libre y a veces hasta totalitaria, penalizan esta búsqueda. Ojo, también lo hacen muchos llamados a sí mismos progres... el placer sigue dando miedo. Porque el placer, que a fin de cuentas es la reacción que busca la pornografía mediante el sexo, es individual, íntimo, mágico. Poseer algo así nos hace más felices, y más agradables al trato. Y curiosamente, es muy sano y barato (Muchas actrices porno son verdaderas atletas, con nada que envidiar de ciertas gimnastas...) y encima... ¡hace que creamos que la vida es maravillosa!

En fin. Hay muchos lugares comunes en el porno; no caigamos en ellos y sí disfrutemos de los cuerpos de esas personas que nos venden ensoñaciones para disfrutar...

Un saludo,