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lunes, 5 de diciembre de 2011

Mierda de gato

Rebuscando en el arenero de mi gato para limpiarlo, reflexiono acerca de los que rebuscan entre las heces de la sociedad. Los que se pierden días enteros revisando contenedores donde lanzamos aquello que no consumimos del todo por exceso, hastío o simple desidia. En Madrid, cualquiera que pase por el centro comercial más grande de Sol (y no lo voy a publicitar) puede ver cómo hay una masa de indigentes y, quizá, no tanto, que esperan a que los empleados tiren a los contenedores los productos que han caducado o no se pueden vender ya. Caducidad. Esa es la clave.

Leyendo en las noticias se puede pensar que ya no hay tantas clases medias, o al menos, no lo declaran así. Que las personas que antes se iban a las playas caribeñas de vacaciones, ahora hacen cola en Cáritas para pedir algo. Parece que hayamos descendido a un mundo de necesidad y de falta de todo. Pero no tenemos más que pasear por el centro de una gran ciudad como Madrid. Escaparates llenos, todo tipo de productos, bares y restaurantes repletos, salas de cine y teatro con colas, comercios con muchas personas... ¿no falla algo en la ecuación?

El desempleo es alto, y muchos piensan ya en que lo peor está por venir. Llevan machaconamente preparándonos para asumir los recortes que vendrán en sanidad, educación, salarios, pensiones, ayudas varias y otros beneficios sociales que pudiéramos tener. ¿Es ud. un anciano que va demasiado al médico? tsk tsk tsk... pague 1 euro por consulta, una tasa de "corrección" y ya verá cómo abusa menos. ¿le encanta eso de tener libros de texto subvencionados? nada, mejor que pague por la cultura, como se ha hecho siempre. ¿Quiere ganar más dinero? monte una estafa piramidal, su sueldo es más que suficiente, y si no lo es, ahorre, pero sin dejar de consumir, que si no esto se para. ¿Logró cotizar para tener una pensión o llegó a ella por su situación social? gracias por sostener el país con su trabajo, pero ahora su país no puede sostenerle a ud. ¿Recibe una subvención o tiene un chollo en su ayuntamiento que le facilita algo la vida? eso es superfluo, y debemos quitarlo.

Me da igual que la ministra italiana anuncie sus recortes llorando, con una presunta empatía. Me inquieta que el próximo presidente no diga ni una palabra, y esté reuniéndose con quienes le darán instrucciones de trabajo (Merkel, el Secretario del Tesoro estadounidense...) y me repugna que todos asumamos con cara de oveja, no sé si churra o merina, que merecemos esto que tenemos, y que nos toquen lo justo que luego nos apañaremos. Pero resulta que si nos quedamos sin sanidad, sin educación, sin pensiones, sin salarios y sin otras muchas cosas, porque nos lo irán recortando poquito a poco hasta que sean irrisorios, ¿no resultará que la magnífica mano invisible del mercado capitalista nos habrá dado tal puñetazo que nos habrá dejado K.O. por, digamos, varias generaciones?

Y mientras arrojo las cacas de mi gato y limpio su arena, me planteo si no es momento de un estallido de rabia, de furia, de violencia, de esa purifcación del fuego que, solo quizá, podría volver a asustar a los de siempre y hacerles ver que de cuando en cuando, esa entelequia del "pueblo" puede levantarse y formar una nueva sociedad sin necesitar de ellos. Pero luego remuevo la arena y veo que, a pesar de la limpieza, queda exactamente igual que al principio.

Un saludo,