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martes, 1 de septiembre de 2015

Matrimonios ejemplares

Retomo el blog para hablar de algunas series. "The Americans" y "House of Cards". Sin olvidarse de "Matrimonio con hijos". ¿Por qué? Admiro los matrimonios que componen las dos primeras, especialmente "The Americans". 

La premisa es sencilla. Agentes especiales de la KGB en suelo americano, años 80. Tienen 2 hijos, un niño y niña. Infiltrados a más no poder. Llevan una agencia de viajes, tienen casa en Washington con jardín y esas cosas, viven al lado de un agente del FBI (Stan... será coña, pero no lo es, como "American Dad") y, sobre todo... ¡hacen el desayuno todas las mañanas! ¡controlan los deberes de sus hijos! ¡les llevan a extraescolares! Y en medio, roban planos secretos, sabotean, espían, matan... Su matrimonio tiene altibajos, claro que sí, pero más por la forma de educar o afrontar retos con sus hijos que por las misiones que comparten. Y son tan condenadamente competentes que me hacen sentir filfa. A mí poner un lavavajillas me cuesta horrores. Ellos en ese rato han matado a un diplomático francés y se han desecho del cuerpo. Si me pongo a colgar lámparas, tardo horas. En ese tiempo han robado un par de secretos de los EEUU sobre submarinos o sobre la Guerra de las Galaxias. Y caen bien...

Luego tenemos "House of cards". Es otro tema. Sin hijos (aunque los hijos tienen una influencia muy profunda en la serie, más de lo que parece...) son el matrimonio-sociedad perfectos, o casi. Complementan, trabajan como una empresa, logran... y se quieren. Fríos en apariencia, pero no tanto. Perfectos también. Joder, y a mi mujer y a mí nos cuesta a veces horrores coordinar agendas para irnos de cena... y ellos entre tanto han logrado la paz en Oriente Medio y un par de acuerdos con los rusos e israelíes.

La realidad se parece más a "Matrimonio con hijos". Aunque no seamos una "white-trash" tan clara, es lo más veraz. Las comedias, como siempre, muestran desde la ficción la verdadera cara de las cosas.

En fin. Estoy deseando ver cómo afrontan los retos en la nueva temporada los Jennings. Ver cómo hacen las cosas (he aprendido un par o tres de trucos en la crianza de hijos que me gustan... estos comunistas... :D ) y, sobre todo, babear de lo bien que lo hacen siempre. Y aunque yo sea más bien un Al, y mi mujer tire a Claire Dunphy, seguiremos admirados de la habilidad de esos dos para cumplir sus misiones. Y algunas arriesgadas, como hablar con su hija mayor... 

Un saludo,