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jueves, 18 de febrero de 2010

Visiones esperpénticas

Un etarra detenido en bici, que tenía perfil en facebook, donde aparecía con una camiseta de la selección española de fútbol.

Un debate político donde nadie escucha a nadie, salvo para el "y tú más" y un "nosotros lo haremos mejor" y en el que se obvia a la única persona que ha dicho la verdad, la puta verdad. Una señora que viste mal.

Un sacerdote que afirma una sandez con tal suficiencia que hay que reír; la crisis es "espiritual" y los bancos, seguramente, den crédito si rezamos lo suficiente.

España es un esperpento. Antes, durante y después de Valle-Inclán. Si viviera, tendría aun más material que antes, porque el esperpento, la greguería y lo chabacano han tomado todo el mundo político, cultural y social. España sigue siendo un esperpento. Pero ésta vez es incluso la imagen distorsionada que ya tenía distorsionándose aun más en los espejos de internet y la virtualidad más fea, pues el callejón del Gato ya no tiene los mismos efectos...

Siempre he deseado que España fuera un país mejor. Que nuestros políticos buscaran soluciones y mejoras para la vida en sociedad. Que no hubiera expresiones violentas de ningún tipo. Que cada cual viviera la cultura, la vida, enriqueciéndose como personas individuales, sin olvidar el pacto social necesario para convivir. Que la privacidad de algunos no fuera expresión pública, ni proselitista. Que fuéramos una República. Que tuviéramos una visión de futuro. Pero es que no puede ser.

Esto es un Tercio español... ¿o debiera ser un terco?

Un saludo,