Buscar dentro de este batiburrillo

martes, 18 de diciembre de 2007

El periodista manipulado

Me imagino a los dos periodistas, de El País y de Libertad Digital, uno tratando de hacer noticia política del juez conservador del Constitucional y el cerrajero que lo denuncia, y el otro buscando en ello la mano negra del gobierno, sombreada por el GAL. Imagino los hechos y me sale algo más chusco, más pobre y triste. En cualquier caso, otra noticia interesada, manipuladora y manipulada. En ambos medios (Y me valen otros) y hecha por sendos periodistas. Los enlaces, aquí:

http://www.elpais.com/articulo/espana/Denunciado/juez/Constitucional/amenazar/pistola/elpepuesp/20071218elpepinac_2/Tes
http://www.libertaddigital.es/noticias/kw/casas/constitucional/estatuto_cataluna/maria_emilia_casas/roberto_garcia_calvo/rodriguez_zapata/tribunal_constitucional/kw/noticia_1276319808.html

Lo que me interesa es la falta de objetividad. Bien es cierto que todo ser humano está impregnado de subjetividad al ver los hechos, pero los hay que los ven tal como son. Y no por ello ahorran calificativos, precisamente los añaden para enriquecer la descripción o mejorar la percepción del hecho, pero no para manipularlo.

A día de hoy, tanto da un periódico que otro, al menos en España. Incluso el intento del diario Público, dirigido a una cierta masa entre 30-40 años, tibios progresistas o de izquierda, de profesión liberal o buena posición, demuestra lo dicho. Todo diario busca un público objetivo, le da la doctrina que ya acepta, y luego sirve de arma para la batalla entre los periódicos. Pero nunca informa.

Tampoco lo hacen los telediarios, y de las radios, algunas. Al menos, tenemos internet... Vivimos un paradójico mundo de acceso rápido a la información, en donde estamos casi más desinformados que a inicios del siglo XIX. Así que, o agudizamos el sentido crítico, o, simplemente, aceptamos el dogal que nos conduce.

Que empieza por el periodista que nos manipula y que, a su vez, en conciencia, está manipulado. Un sueldo, un trabajo, un horario. Como todo trabajador, da igual que sea izquierdista, derechista, conservador, liberal o de centro. Quien paga, manda. Escribir como un mercenario, por la nómina, finalmente convierte al periodista que eso hace en un personaje manipulado más que manipulador.

La novela negra del período más hard-boiled, años 20 y 30, en los EEUU, hablaba de ellos. Corruptos, como todo el sistema, engrasando una máquina compuesta de jueces, de políticos, policías, empresarios… al final, el individuo, independientemente de su profesión, era quien luchaba contra ello y, o se tornaba cínico conviviente, o moría en el intento a causa de un moralismo y una honestidad que nunca existió en sociedad. Por eso los admiramos todos los lectores, por su nivel de Quijotismo... y el ideal de algo que no es real.

Un saludo,