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miércoles, 22 de diciembre de 2010

P.... compañías de telefonía.

Mi relato comienza en noviembre, más o menos a mediados. Hartos en casa de que el teléfono fijo de Ya.com, sobre IP, sea tan problemático (en la franja entre las 18-23h no funciona, porque el tráfico colapsa la red y no se puede hablar ni recibir… vamos, que está muerto) decidimos volver a la línea de telefónica y poner varios teléfonos fijos por casa. Entonces, coincidencia (o no) llaman de Telefónica y nos proponen pasarnos con telefonía y 10 mb de ADSL con ellos, permanencia 12 meses, por un precio similar a Ya.com, así que aceptamos. Todo parece rápido, pues el día 25 de noviembre nos hacen la llamada de consentimiento y la pasan, en teoría, a Ya.com, quienes deben prestarnos el servicio hasta el cambio, en cuyo momento tendremos un lapso máximo de 4 horas sin servicios. No hay problemas. Además, el informador de Telefónica nos indica que en menos de 2 semanas lo tendremos todo.

Empieza así el calvario, pues el día 13 de diciembre, Ya.com corta el servicio. Manda un correo electrónico (que no puedo leer, claro está) y nos deja sin servicio sin más comunicación. Alarmados, ese día llamamos a Ya.com y a Telefónica. Los primeros cuelgan directamente el teléfono. Los segundos culpan a los primeros y prometen que los técnicos estarán el viernes 17 como muy tarde instalándonos el servicio. Pasan los días y no llama nadie. El viernes 17, llamamos, y nos indican que como muy tarde el lunes 20 estarán instalándolo, aunque el límite es el día 22. Abro una reclamación (la primera) y espero. El lunes entonces estalla la guerra.

Lunes 20 de diciembre. Primera llamada, me cuelgan. Segunda llamada, me piden los datos y tras explicar el problema, me dicen de pasarme a otro servicio. Cuelgan. Llamo de nuevo, y tras mosquearme ya mucho, me indican que el problema es del Sistema. Aparece de nuevo la entelequia culpable, “El Sistema”. Que ese mismo día me llamarán los técnicos. Abro una nueva reclamación.

Por la tarde, nadie llama. Enfadado, llamo, y me dice una informadora que han estado ya por la mañana técnicos revisando la línea de datos pero que había problemas. Falso, mi portero desmiente tal extremo. Vuelvo a llamar, me cuelgan. Vuelvo a llamar, me cuelgan. Vuelvo a llamar, indico la falsedad en las informaciones que me dan y me dicen que el día 27 de diciembre estará instalado el servicio. Alucinando, pido explicaciones. El Sistema. Indico la apertura de otra reclamación, y me cuelgan.

Harto, el martes 21 de diciembre llamo a la OCU. Me indican que lo mejor es mandar un telegrama a Telefónica exigiendo el cumplimiento y, en caso contrario, la apertura de acciones contra ellos. Pero que siga llamando. Llamo. Primera llamada, me lo coge otro informador (hago una digresión aquí; puedo entender a un catalán en catalán, pero a un andaluz o, como es en este caso, un iberoamericano, hablando con su acento cerrado, no, y me molesta la información dada con giros que no se comprenden o con repeticiones innecesarias que buscan cansar al interlocutor… la información que da Telefónica es PENOSA en las formas y los contenidos) y le reitero todo el caso, preguntando por el estado de mis reclamaciones. Me cuenta que los técnicos han devuelto el proceso porque los datos estaban mal. ¿Qué datos?, pregunto, y no me responde, si no que consulta al Sistema. Datos. A secas. Que han tratado de ponerse en contacto conmigo. Falso, digo. Claro, lo han intentado, me dice, pero no lo han conseguido. Advierto que es otra mentira, y el informador se molesta. Y la respuesta es que me harán una llamada en 24-48 horas para instalarme el servicio el día 27. Molesto, abro una reclamación. “Pero ya tiene ud. dos abiertas” Que sean tres, le digo. Indico que la información es nula, incorrecta, contradictoria, mentiras en muchos casos. Que reclamo el perjuicio de carecer de Internet y telefonía en mi casa. Y que exijo una reparación por el trato incorrecto y la falta de servicio contratado. Me abre la reclamación. Más calmado, llega la guinda. Le pido el domicilio social de Telefónica para mandar el telegrama de la OCU. No puede dármelo…

Sorprendido, le indico que eso es imposible. Que me lo dé. El Sistema… le corto de raíz. La dirección, por favor. Me dice entonces QUE LA BUSQUE EN INTERNET… caballero, no tengo servicio. ¿Cómo quiere que la busque? Vuelve a recurrir al Sistema. No puede dármela. Entonces le pido una nueva reclamación. Desde el otro lado del teléfono noto su rostro ojiplático. “¡Pero si tiene ud. tres abiertas!” Que sean cuatro. Y en ella dsecribo lo que ha ocurrido.

Descanso. Entonces, de pronto, a la hora y media, me llaman del Servicio de Instalación para ese mismo día. Sorprendente, pienso, las reclamaciones en cascada han tenido efecto. Quedamos en que vayan entre las 16 y las 17h, por la tarde. Confiado, espero. A las 16.45h, llamo al número, y un bostezando y sorprendido técnico me dice que irán enseguida. A las 17.20h, llega uno. ¡Por fin tengo teléfono y ADSL!.

¿Por fin?

Un saludo,