Buscar dentro de este batiburrillo

jueves, 6 de mayo de 2010

Hoy estoy hasta los cojones

Expresión castiza y castellana, plena de sentido y oronda, rotunda, peludamente clara y contundente. Hasta los cojones. Los huevos. Con chorizo.

Hoy he vivido uno de esos días en los que el trabajo demuestra su futilidad, su absurdez. Hoy he vivido uno de esos días donde muchas personas que puedes considerar, si no inteligentes, al menos no muy estúpidas, me han vuelto a decepcionar. Hoy es uno de esos días de asco por la sensación de impotencia ante el paso del tiempo y la agonía de un padre que no termina. Hoy... como muchos días.

Por suerte, un bálsamo amplio; Cris. Bueno, y hoy también su hermana, dicharachera y locuela. Ambas me han dado una alegría, me han contagiado de sus risas. Vaya par... de gemelas. Te hacen olvidar aquello por lo que gruño un párrafo más arriba.

Y aun así, sigo un poco harto. Imbéciles hay muchos, demasiados. Yo mismo debo parecerlo para otros, si cruzo el espejo y miro desde el otro lado. Pero la cuestión se que, aun poniéndome en los mocasines del otro, sigo flipando de lo incómodo que va con ellos, lo mal que camina con su par y el poco trayecto que recorren.

Hoy estoy hasta los cojones de muchos tontos... estúpidos, egoistas, cicateros, incapaces de empatía, arrellanados en un cómodo sillón de inmundicia. Y de otros que son tontos pero van de listos... aprovechados, gente que sonríe mientras te manga la cartera, o dice a tus espaldas lo que no se atreve a decirte a la cara.

En fin. Como le he respondido a Andrés en la otra entrada de la bitácora, con aniquilar al 90% de la raza humana me basta. Lo lamentable es que, decida quien decida, seguramente yo no esté en el 10% que se salve... y no sé si quiero. Al menos, hoy.

O sí. Gracias a las gemelas... sobre todo una...

Un saludo,