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jueves, 30 de octubre de 2008

Monarquías de anteayer

Es interesante observar, escuchar y leer las reacciones que provocan hoy el libro sobre Sofía, titulada Reina de España. En El País, cómo no, se filtran algunas de las opiniones de ésta mujer dichas en conversaciones con Pilar Urbano, de quien no tengo muy buena opinión, todo sea dicho. Creo que muchos las conocen, así que no me extenderé en ellas.

Lo interesante es ver cómo están los roles tan bien repartidos. Colectivos homosexuales se lanzan a degüello para defender su sacrosantísima homosexualidad ganada a pulso y peleada con rabia muchos años. Histriónicamente, incluso. Políticos de izquierda como Llamazares plantean un tibio, por no decir frío, republicanismo tímido y casi infantil, que entra en su esquema cerrado de tópicos. Otros de derecha, como Pujalte, pues defienden castiza, chulesca y desacomplejadamente lo dicho por Sofía, puesto que entra en consonancia con sus planteamientos tradicionalistas y conservadores, incluso reaccionarios. Y políticos de no se sabe qué signo, el PSOE, ni comentan. El resto, pues al ciudadano de a pie ni le va ni le viene, y al que va en Audi, pues le servirá para hablar de algo en la sobremesa.

Me choca que los colectivos republicanos de éste país, que son más bien un conjunto de pintorescos románticos, pueriles, incapaces de análisis crítico y sereno, juguetones con la memoria selectiva pero no con la constructiva y, sobre todo, impedidos de armar una buena y robusta oposición que pueda lograr una República en España, no hagan sangre más allá del tópico y del dogma. Hemos tenido muchas formas de denunciar ésta monarquía, de anteayer, de antes de anteayer, señalada por Franco y apuntalada por la ley de la Omertá política donde se repartió el botín (bueno, lo llamamos "Transición", elevada a los altares de la nula crítica) y sin embargo, desde aquel día que Carrillo decidió posar con la bandera de la Marina, usada por los gobiernos de todo signo pero especialmente y en los últimos 40 años por una Dictadura autoritaria, represiva, sectaria y criminal, repito, desde que posó con ella y no la tricolor, la opción republicana ha sido siempre de vino aguado, de leche con miel y de cuento del coco para muchos. No existe, no parece que pueda existir, una opción clara.

Así que tendremos un país de anteayer, con muebles de mañana, incluyendo huecos donde, como en el cuento del Rey Desnudo, vemos piezas de mobiliario que no están pero nos hacen creer que sí. ¿Siquiera tenemos un niño que lo grite bien alto?

Será que no...

Un saludo,