Buscar dentro de este batiburrillo

domingo, 9 de diciembre de 2007

De cómics, tebeos y novelas gráficas

Cuando era niño asaltaba los quioscos buscando uno de los dos cómics que más me gustaban, "Spiderman". Entonces los llamaba así porque tebeo era "Mortadelo y Filemón" y los Asterix y Tintín. El otro cómic que buscaba era, si había algo, "Lobezno". Del cómic y el tebeo diré que el primero lo dejé pronto (La Marvel y DC, los magnates del asunto, dejaron de interesarme... superhéroes planos, salvo Peter Parker o Lobezno) y el segundo lo tomé esporádicamente, si bien Tintín es para mí algo odioso (No soporto la configuración de las viñetas, con esos bocadillos llenos de diálogos cursis de repollo ni el flequillo ñoño de Tintín) y los de Asterix... pues como que prefería a los romanos.

Esos cómics, tebeos o como se llaman, se complementaban con una nueva condición de relatos en viñetas que no sabía encajar. Primero en historias cortas, sueltas, encontradas en las antologías de "Víbora", "Zona84", "Cimoc", "Cómix" y similares. Allí conocí al "Kráken" de Bernet y después a su "Torpedo", o los de "American Flagg" y tantos otros relatos de corte postapocalíptico (El tema de guerra nuclear en los 80 fue prolífico, y aun continuó un poco en los 90) además de múltiples historias eróticas o directamente pornográficas. Los que digo estarán aun en la casa de mi padre, o parte en donde mi hermano. Pero muchas historias siguen en mi cabeza, y sus imágenes me siguen acompañando con placer. Richard Corben, Will Eisner, Juan Giménez, Pepe Moreno, Josep Beá... Fue el primer paso del cómic o tebeo infantil hacia lo que los culturetas dieron en llamar Novela Gráfica.

Una Novela Gráfica no es, ni más ni menos, que un cómic, un tebeo. Viñetas con diálogos, o sin ellos, en blanco y negro o en color. Es como si al cine le llamáramos ahora cinematógrafo, o kinegrafía. Expresiones pedantes que encubren la realidad simple y perfecta; un tebeo.

Y así conocí a Hugo Pratt, a los inigualables Trillo y Altuna, a Manara, y a tantos otros como Frank Miller o Allan Moore, gentes que han hecho maravillas en este arte que es cine, es literatura, es pintura y son más cosas.

Mi gran admiración primero es para Corto Maltés. Siempre. Será el primero de la lista, claro está. Él y el mundo que vive, los que le rodean... pero el contrapunto de Torpedo, de ese asesino sanguinario pero casi tierno, precursor hispano de Tony Soprano, tampoco lo olvido. Y Lorna de Azpiri, o los muchos Clics de Manara tampoco puedo dejarlos de lado. Y tantos otros personajes que no puedo enumerar aquí, pero que me dieron grandes tardes (Y mañanas, y noches) de placer, que me las dan aun y que espero que no dejen de hacerlo. Igual que me encanta la palabra impresa y el cine dialogado, el tebeo, que conjuga estas dos pasiones, es la otra que me acompaña.

Y espero que por mucho tiempo.

Un saludo,