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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Nos tienen rodeados

Imparable la ofensiva. Ya se vió en otros momentos, como cuando George Soros demostró que un solo hombre, con su dinero, puede desestabilizar un país mediante la especulación en la bolsa de su moneda. Porque ya no hay nacionalismos (¿o sí?) si no más bien "economicismos". Si una persona o empresa posee el poder monetario suficiente, puede, como en una partida de "Monopoly", jugar con los mercados y, en concreto, con las vidas de miles o millones de personas. Siguiendo la famosa teoría de la mariposa, un inversor se levanta flatulento y su hedor retumba en Grecia arruinándola internacionalmente.

Yo, lo siento, de verdad, pero hoy más que nunca se hace necesario pensar en algún sistema que impida este capitalismo salvaje y desmedido, basado en el juego de Casino, donde siempre los que más tienen son los que menos pierden, porque ellos son el Casino. Las Bolsas deberían abolirse, los bancos, controlarse por funcionarios públicos de intachable probidad, y las empresas, estar siempre vigiladas. Pero como esto suena a totalitarismo del vivido en la URSS, no parece ser la mejor solución, ¿verdad? aunque tampoco lo es el de parchear con las diversas socialdemocracias tibias (algunas, directamente conservadores de viejo cuño) el sistema devorador que nos acecha continuamente...

¿Entonces? mientras los voceros bien pagados de medios de derecha o extrema derecha pugnan por privatizar hasta la última silla del último ministerio y dejar que el mercado haga y deshaga a su antojo (todos ellos, voceros bien pagados, por supuesto, por esas piezas del engranaje que defienden) y los políticos viven acobardados en el rincón más sombrío del ring social, la ciudadanía, los hombres que componen los pueblos, urbes, ciudades y comunidades varias, debieran revisar su concepto de Estado, su concepto de Sociedad, de relación Económica, y refundir todo mediante la única manera posible. La violencia revolucionaria.

Porque unos cuantos miles o millones de muertos ayudarán a rebajar el paro, reactivar las economías, refundar los estados y empezar, no de nuevo, pero sí de otra manera. Y en el interín, al menos el entorno podría tomarse un respiro... pero esta guerra debe ser, como la antigua consigna revolucionaria, mundial. Planetaria. Si no, no tendrá éxito...

Seguramente yo seré de los primeros en perecer, pero... ¡qué diantres! si es por el bien futuro de la humanidad... aunque esperad, soy un misántropo... entonces paso de revoluciones, de violencias y de zarandajas. Se está bien escribiendo detrás de una pantalla de ordenador... qué cinismo. Y seguro que yo no soy el que peor excusa ofrece, ¿cierto?

Un saludo,

martes, 16 de noviembre de 2010

En breve...

No puedo dejar de citar una párrafo magistral de Samuel Johnson:

"Y quisiera creer que no es mucho pedir que la nación se deshaga de sus falsas ilusiones y consiga unirse para manifestar su repulsa a quienes se han dedicado a engañar a los crédulos con falsos agravios, avasallar a los débiles con mentiras descaradas, halagar las opiniones de los ignorantes y satisfacer la vanidad de los mezquinos, y que con su desprecio a la honestidad y sus ofensas a la dignidad han sabido rodearse de todo lo que el reino cuenta de ruín, burdo e inmoral. Son los mismos que, habiendo por mérito ascendido a esta funesta preeminencia, se arrogan el título de patriotas".

¡Cuánto hay en un sólo párrafo! Leyendo a Johnson, me entra cierta envidia. Un moralista inglés, diciendo verdades intemporales. Se nota de donde han bebido personajes como Churchill, conscientes de quiénes son y de dónde vienen. Y no puedo menos que esgrimir una sonrisa ante todos los tipos de falsos patriotas que recopila, en donde he reconocido a más de uno, falsario a su nación, a su país, a su comunidad, a su gente y, en suma, a todo lo que le rodea. Como dijo citándole Kirk Douglas en la magistral "Senderos de Gloria", "el patriotismo es el último refugio de los canallas"... de los canallas que tienen una idea equivocada de ese sentimiento.

Pero volvamos a otras cosas. Hoy estoy solo en casa. Bueno, acompañado de mi gato, que no para de jugar. He pasado una tarde de cocina, jazz con Coltrane y un libro. He visto un par de episodios de dos series que me gustan, y he coqueteado con mi colección de DVD's. Una tarde larga y provechosa, pues también he estudiado un poco. Poco, la verdad. La carrera de Historia está siendo menos apetecible en algunas cosas y más interesante en otras. La geografía, por ejemplo, me está encantando. La prehistoria, como imaginaba, es un abismo brutal e interesantísimo. En cambio, el mundo de Mesopotamia, Egipto y el Mediterráneo oriental, me apetecen menos, quizá porque están cerca pero no tanto aun de mis dos períodos de interés, la Hélade, la Oikoumene y Roma. Y he tenido un pequeño desliz informático...

Supongo que los pocos que leéis el blog no lo iréis contando o ya lo sabréis, pero no me importa decirlo aquí; me caso el año que viene. Sí, tras más de una década con Cris (¡Diez años! no es moco de pavo...) nos casamos. Por diferentes motivos, pero todos ellos con ilusión. Aunque es curioso, yo quiero y me apetece, a ella, en cambio, le da más miedo y le provoca timidez... nos casamos, como he dicho. Y siendo coherentes, será una sencilla, discreta, privada y familiar ceremonia civil en un lugar bastante bonito de Madrid. Luego, con nuestros anillos (no puedo grabar nada en élfico o enano en el mío, ¡qué rabia!) puestos nos iremos de viaje a disfrutar de nuestra compañía, que yo, hoy, solitario en casa, ya añoro...

También sucede que me hago más mayor, más viejo. Cumplo 34 el jueves. Así, sin más. Lejos queda la ilusión por llegar, por cumplir más, por tener esos derechos que da la edad y te hacen entrar en lugares antes prohibidos. Ahora... ya no es ayer.

Y con todo eso, la reflexión. La brevedad de la vida. Cita Johnson a Lucano, con acierto, diciendo éste que "yo tengo certeza en la muerte, y no en los oráculos". Curioso comprobar que hace unos 300 años otra persona pensaba igual, con un lenguaje más rico, pero en esencia lo mismo. No, curioso no, previsible. El que piense ser original, probablemente no sea más que un refrito de otros. Así somos...

La vida... un día estaremos muertos todos, y los afanes, deseos, inquietudes, ansiedades, expectativas, esperanzas, temores y demás sentimientos e ideas, perecerán con nosotros. Todo lo vivido será un recuerdo que se apaga poco a poco en los que nos sobreviven y conocieron, y todo lo pasado será primero memoria, luego historia, después leyenda, más tarde, nada. Y nada más. Es la vida. Nuestra y de los que nos acompañan.

Pero no estoy lúgubre, ni por pienso. Antes bien, estoy feliz. Bastante. Y quería compartirlo, simplemente, con los escasos lectores de ésta bitácora de un capitán sin barco a la deriva, peatón de la historia, mindundi del éter.

Leeré un poco más y me dormiré, hoy, con mi gato en el regazo, un libro en la mano y un poco de música. Despertar será, como siempre, lo peor. Pero no me impedirá soñar...

Un saludo,

jueves, 11 de noviembre de 2010

Curiosidades

Pienso en la maravillosa secuencia de "The Wire" donde McNulty y su compi Bunk estudian el lugar de un asesinato mediante enfáticos "Fuck!" que, cada uno, pone de relieve qué están hallando, cómo, y todo mediante esa simple palabra. Es gloriosa...

Pienso en la serie de "Walking Dead", la del cómic, del que me he devorado hasta el número 78, y donde el título está mucho más que elegido a propósito. No son los muertos regresados (llamados, curiosamente, de muchas maneras, "mordedores", por ejemplo, pero nunca zombis...) los que más miedo me han dado, si no los supervivientes. Y uno siente de pronto que ese universo distópico está más cerca de lo que parece...

Pienso en "Yo, Claudio" y cómo series (por llamarlas algo) como "Hispania" triunfan hoy día. Claro que la BBC y las cadenas inglesas son diferentes en muchos aspectos a las españolas... se arriesgan, hacen productos de calidad... no como "Hispania", definida divertidamente y con acierto por un amigo al que hace tiempo que no veo, Alejandro, como "Romanpunk". Claro que él es el autor de la desternillante explicación de "Gladiator" actualizada... un saludo, Alejandro. Sigues poseyendo ese perfil neroniano y la agudeza mental de alguien muy inteligente...

Pienso, también, en muchas películas que están enterradas en el pasado y que ahora se encuentran bajo toneladas de malas reelaboraciones más actuales, de argumentos aburridos o impresentables, y en suma, de la baja calidad argumental y a veces incluso técnica de muchas de las que ahora copan los estrenos de la cartelera.

Al final, me entra la melancolía, del pasado, y será porque también he visto fotos mías de hace unos 15 años, momentos en los que, cuando me las hicieron, yo no pensaba en un momento futuro de verlas, si no en disfrutar de esos instantes. No sabía que la juventud, la de verdad, aquella que no conoce un mañana, porque vive tan intensamente devorada por el aquí y ahora, se me había pasado hasta que me encontré a mi mismo añorando esos momentos con otra visión, más amplia, más cínica, más pragmática, más sabia, quizá, pero menos, mucho menos, fresca, esponjosa, alegre, chispeante, inconsciente y pletórica en lo físico.

Será que me hago viejo y por eso gruño aquello de que "antes las cosas estaban mejor", pero será también mentira, porque sigo disfrutando de cosas de ahora, de un estilo de cosas que me sigue gustando, y sigo sintiendo a veces retazos y formas de lo que he expresado en el anterior párrafo.

Será que no me hago tan viejo... pero que no hay un momento perfecto que pueda congelarlo. La contradición del ser humano, vaya...

Un saludo,

sábado, 6 de noviembre de 2010

Fin de semana

Curioso, sí, pero hoy me quedé en casa. Un sábado tranquilo. Me he visto la película de "Constantino el grande", con Cornel Wilde. Un peplum por encima de la media, pero justito. Aparte, he estado leyendo un poco más del temario de Prehistoria. ¡Qué divertidas son las diferencias de autores!. Menos mal que he hablado un poco con mi hermano y me ha aclarado conceptos, que si no... y luego, un bollo de uva y pera para terminar el día, parezco ya un ama de casa yanki cocinando y dejando en el alféizar de su ventana el producto de su hornada...

Mientras, en el mundo, un líder sectario de un estado teocrático visita España, y en Madrid, miles de personas salen a la calle para protestar contra una presunta negociación del gobierno con ETA. Dioses, parecen noticias de, no sé, hace 6 o 7 años. Escándalos de corrupción, noticias de todo tipo que saben a viejas... vaya, el mundo no cambia. Ni mejora ni empeora, estamos estancados.

Ha sido raro, pues hoy quería jugar con mis amigos (tengo 33 años, pero sigo haciéndolo, como cuando tenía 10, 11 o 12) pero por diversas razones unos u otros no han podido. Jo, antes salíamos a todas horas, decían... pero los años pasan, y ya vamos montando familia propia, con lo que eso de quedar con amigos, decae.

Lo dicho, un fin de semana extraño. Pero a la vez, calmado. Y en mi mente sigue la disyuntiva, propia de quien puede pensar en línea, pero no en paralelo; ¿seguir con la oposición, o centrar todos mis esfuerzos en la carrera? obligación o afición, compromiso en todo caso, pero con algo que aborrezco o con algo que me gusta. Veremos, porque es tiempo lo que necesito, plazos, poco a poco. En todo caso, éste año me da que ni haré los exámenes, por fuerza mayor. Mayor y agradable, claro está.

Y ahora me dedicaré a buscar una buena película para ver, quizá "El león en invierno", una buena historia...

Un saludo,