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miércoles, 26 de abril de 2017

¿Bilingüismo en Madrid?

Lo reconozco. Mi hijo va a un cole bilingüe. Aparte de que la mayoría ya lo son, y es "el signo de los tiempos", la razón es que, en principio, apoyo la idea. Moldear el cerebro en varios idiomas, ser capaz de aplicar plásticamente más de un término, con sus matices, significados, descripciones e imágenes, me resulta enriquecedor, básico para conocer el mundo. El lenguaje es una maravillosa maldición, babélica, que permite comprender qué compartimos y qué nos diferencia, logrando así nuevas creaciones entre medias, fluyendo.

Pero es, como digo, "en principio". La Comunidad de Madrid, con su ínclita ex presidenta Esperanza Aguirre a la cabeza (esa cuya charca está llena de ranas) impulsó el sistema de manera propagandística en 2004. ¿Éxito? ¿Fracaso? Según se mida. El éxito para la CM es que hay cientos de institutos y colegios "bilingües". Entre comillas lo pongo porque ha sido un "subirse al carro" o morir. Esto es, no recibir financiación. El fracaso es que es un modelo que ni es bilingüe ni mejora la educación. ¿Y por qué? Porque ha logrado el efecto que no debe cumplir un sistema público de educación; segregar. Aparte de estar implantado desastrosamente mal.

El castellano se está arrinconando como lengua vehicular, propia. Una nacionalista del PP como Aguirre debería haberlo visto venir, pero pudo la consecuencia económica antes que la defensa de su idioma. Y qué coincidencia, la mayoría de colegios e institutos no bilingües se sitúan en zonas deprimidas, de mayoría inmigrante (latinoamericana) y alejadas de los centros de decisión. Inmobiliariamente, uno puede hacer una correlación entre precio vivienda y calidad colegio o instituto público y sorprenderse (salvo algunas aberraciones estadísticas) porque... es otro modo de segregar que ha realizado la ex. Pobres vs ricos o clase media con aspiración.

El modelo fracasa por algo simple; no puedes enseñar un idioma si no lo conoces. En eso, sí que debo darle parte de razón a la ex presidenta, ex concejala y ex todo. Es un nativo quien debe enseñar el idioma. Un nativo o alguien bilingüe de verdad Y CON CONOCIMIENTOS PEDAGÓGICOS. Lo resalto porque es algo básico. Que luego los sindicatos o el sistema de acceso público sea el que es, es otra historia. Pero las culpas, repartidas, no impiden ver la realidad. Unos por saltarse los obstáculos, otros por ponerlos. Y la realidad es que los profesores NO TIENEN LA CAPACIDAD IDIOMÁTICA para impartir, aunque sí los recursos pedagógicos. Cojea el sistema, ¿verdad? Como siempre. Implementar a medias, parcialmente, es lo que tiene. En educación, en sanidad, en lo público, o apuestas con todo o mejor lo dejas estar. Aquí, como somos imbéciles, admitimos experimentos, y lo peor. Con nuestros hijos.

A día de hoy, veo dos posibilidades y una realidad. La primera posibilidad, cancelar el bilingüismo, reconocer su fracaso y paralizarlo, invirtiendo en materias, formación y equipos. No pasará. Cifuentes tiene cadenas, y por muy rubia que se haga, sabe a quién debe su puesto. Al lameculismo que no sólo se da en su partido (aunque no sé si llamarlo "banda", a tenor de las noticias...) y a su ansia de poder. La segunda, reinvertir en ello con dureza, primero examinando qué falla (es evidente, pero hay que querer ver) y luego invirtiendo cantidades no robadas en ello. No pasará, pues supondría reconocer que las Radiales valen menos que la educación. La realidad es que continuará así, a trancas y barrancas, con los profesores tratando de llevarlo de aquella manera, los padres agobiados entre academias y parches, y seguiremos con el modelo de siempre... lo público, denostado, y lo privado (incluyendo lo concertado) ensalzado sin razones.

El único bilingüismo que existe en Madrid es el de los dos mismos idiomas que siempre chocan. Pobres y el resto. Pobres, cada vez más, en todo sentido (no solamente en lo material) y estúpida clase media que cree aspirar a riqueza (sueños, sueños, ilusiones...) jugando la partida mientras les quitan la cartera. Dialéctica, lucha de clases, etc. Todo eso que está caduco. Y siempre la misma pregunta, que ya Richard Brooks nos lanzó en "Los profesionales":

"Maybe there's only one revolution, since the beginning, the good guys against the bad guys. Question is, who are the good guys?"

Un saludo,