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jueves, 14 de mayo de 2009

Quizá debería ser de otra manera...

¿Quién no ha tenido este pensamiento más de una vez? En el trabajo, cuando nos enfrentamos a alguien cuya forma de trabajar nos parece engorrosa; en la vida, cuando nos comentan algo que no compartimos; en política, cuando escuchamos hablar a los malversadores de lo público; en deportes, al ver a un entrenador sacar a alguien rechazado por nosotros... y decenas más de ejemplos se pueden dar, pero en todos, nos planteamos siempre esa duda... y entonces, ¿qué?

El Anarquismo, como un pariente lejano, el Cinismo griego, planteaba en una de sus muchas interpretaciones la "Acción directa". Quizá menos reflexiva, pero más contundente y esclarecedora. En otros casos, solemos perdernos en éstas marismas del pensamiento sobre los "What if?" que tanto gustan en el mundo anglosajón, esas ucronías del futuro que podrían acabar en una cuidada diacronía en nuestro presente... y no son más que disquisiciones donde la última pregunta es el título inicial de éste escrito.

Quizá deberíamos plantearnos la vida de otra manera, con menos influencia del capitalismo en todo, acaparando sociedad y modelos productivos. Quizá deberíamos cambiar nuestras actitudes en el trabajo, exigiendo mejores derechos e impidiendo que la pobreza de otros conculque los de todos. Quizá deberíamos modificar los comportamientos supersticiosos, irracionales, dejando que la mente ocupara las primeras posiciones en cuanto a la toma de decisiones. Quizá debiéramos disfrutar de la vida en compañía o solitariamente, pero no haciendo de la ajena un lugar inhóspito. Quizá deberíamos dejar de soñar con lo que debería ser y ponernos a hacer algo para que fuera lo que debería ser... o quizá, y eso es lo peor, nuestros sueños sean pesadillas para otros y viceversa. Y eso es lo que impide todo, o lo permite...

Yo suelo estar más en el individualismo que en lo público y formal, con cierta rebeldía que no suelo poder ocultar. Lograr una eufonía social me resulta impracticable, pero no el ejercer cierto impacto a mi alrededor que, de alguna manera, devenga en una vida más feliz y positiva para los que están conmigo. Quizá debería ser de otra manera, no sé...

En todo caso, dejo la reflexión ahí, en el título. Dubitativo, extrañado, ensimismado, no sé cómo desarrollar mejor la misma. Mis palabras, puramente registros de un pensamiento difuso, no puños ni caricias, son limitadas. Quizá debería ser de otra manera...

Un saludo,