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domingo, 2 de enero de 2011

Reconquista

Sí, estoy harto de éste término. ¿Reconquista? ¿Covadonga como la primera gran batalla? Y ahora los obispos de la secta católica, claro está, también usándolo para hablar del laicismo estatal tan "peligroso" que les ha arrinconado en esa Covadonga simbólica y virtual. Odio el término.

¿Por qué? por la complejidad de la Historia y la simpleza con que se manipula. Es un lugar común que los moros tomaron una España visigoda excepto el norte, de donde pronto surgieron caudillos y hordas de cristianos blancos luchadores que, ¡casi 800 años después! reconquistaron toda la península, creando, eso sí, entre medias multitud de reinos. Y fue una cruzada larga. Pero es inaudito que nadie estudie el antes, el durante y el después.

El antes es un mosaico provincial administrativo, en manos de Roma, con una población considerada a sí misma como romana, aunque tuviera aun raíces turdetanas, carpetanas, vacceas o de otros pueblos o culturas materiales prerromanas. La llegada de los visigodos en el siglo V fue una irrupción de otro pueblo conquistador en unas tierras más o menos mansas desde hacía cientos de años. Y estos conquistadores adoptaron, pronto, una solución política simple, el declararse herederos y gestores del Imperio Romano, aunque tal fuera una ficción. En proporción, su población era menor, pero decidieron dejar que las estructuras locales y económicas funcionaran igual que antes, con ellos en la cúspide rapiñando el botín de los impuestos y los puestos claves. De hecho, tal era el divorcio en lo religioso que no es hasta Recaredo, por el siglo VI, que las elites deciden adoptar la práctica religiosa de los súbditos (pues ya no son los ciudadanos de antaño) pero no es esa la única cuestión; con Recaredo siguen existiendo muchos focos de resistencia en el norte peninsular, focos que estarán también cuando los visigodos sean derrotados en el siglo VIII.

Porque la entrada de tropas musulmanas en realidad es la entrada de otro invasor "bárbaro" con tintes religiosos, como lo fueron en su día los arrianos visigodos. Expandiéndose con gran facilidad (incluso para ellos) sigue el mismo modelo de respeto a las estructuras locales y económicas, y también las religiosas, quedándose para sí los puestos claves. Como los visigodos, los invasores norteafricanos musulmanes intentan sojuzgar toda la península, y de hecho, llegan hasta los antiguos dominios visigóticos del sur de Francia. Pero es de nuevo el norte, el área astur y cántabra, la que se resiste. Se resistió a la romanización, a la invasión visigótica y hará lo mismo con los invasores de religión musulmana.

Y durante los siglos VIII a XI, de hecho, la historia de la península es la de gobernantes locales, de reyezuelos de uno u otro signo que, realmente, tratan de adaptarse a las circunstancias peninsulares con cierta mirada a las internacionales (la separación del Papa romano de Bizancio con la coronación de Carlomagno en el siglo IX, siguiendo una ficción del Imperio Romano aun en boga, los reinos de corte cristiano que se van formando y estructurando hasta el siglo XI en toda Europa...) y que no es hasta los siglos XI a XIII que realmente la teoría de la "Reconquista" empieza a aparecer, con el uso casi mitológico del mundo Godo por parte de gobernantes como los de León. A eso se puede añadir la radicalización de los gobernantes islámicos con la africanización y las nuevas oleadas de invasores, así como la desintegración de sus estructuras de poder. En suma, todo lleva a la divergencia, no a la convergencia. Y surge de veras el término "reconquista".

Luego, a lo largo de la Historia posterior, los gobernantes e intelectuales a su servicio remodelarán esos hechos para mostrar una unidad casi uniforme desde el primer visigodo hasta, por ejemplo hoy, el rey Juan Carlos. Y es curioso que no se tengan en cuenta las múltiples dinastías, familias y demás (porque nada tienen que ver una familia como los Austrias, gobernantes durante unos 200 años, con la francesa de los Borbones, gobernantes con interrupciones durante otros 300 años) si no que se quiera ver en esa Reconquista el marchamo de una unidad de destino en lo universal, como decía un hacedor de mitos. La realidad es, siempre, un poco más compleja.

La "reconquista" fue, realmente, rapiña, saqueo, resistencia, en principio. Luego, organización para hacer de eso algo más grande, saqueo de botín en guerra. Y después, excusa de gobernantes. Pero nunca hubo una verdadera "reconquista" planificada desde la invasión del siglo VIII (como en cambio sí la hubo con los bizantinos desde Constantinopla durante los siglos VI y VII con la toma de viejos territorios de Roma, creando en la antigua Hispania la nueva "Spania") si no que ese concepto surgió mucho después y por intereses europeos (el pedir ayuda a los estados del norte, ofreciendo un ideal de lucha imposible de obtener en esos estados)

Por tanto, discrepo; yo me siento heredero de los antiguos pueblos íberos y celtíberos, si aceptamos el último término. De la gran cultura romana que se asentó con fuerza. De los visigodos. De los pueblos moros o africanos que les sucedieron. De los montañeses ignorantes que poco a poco fueron, y luego con ayuda de los europeos del norte, tomando, conquistando lo que no fue suyo antes. Y de las decenas de pueblos y religiones que entraron en la península. Y de luego la diversidad cultural tan extensa que pasó por aquí (indígenas americanos, judíos expulsados, criptomusulmanes, herejes de todo pelo) hasta un siglo XIX convulso y lleno de cambios, y un XX trágico y perdido. Y hasta hoy. Y en todo este proceso simplificado, no creo que haya habido, rotundamente, ninguna "reconquista".

Un saludo,