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lunes, 23 de noviembre de 2015

Confusiones

En los últimos años me siento muy sabio. Como si comprendiera todo, encajaran las piezas y tuviera un cuadro claro aunque inmenso. Es mentira, hay muchos huecos y hay piezas encajadas a golpes, pero eso da igual. Hoy hablaré de una gran confusión entre dos palabras. Justicia y venganza.

De siempre la humanidad ha buscado venganza. ¿Y por qué no? Si yo tenía un precioso bifaz afilado y el homo neandertalensis ese me lo quitaba, no pensaba en hacerme uno nuevo, si no en machacar su prognático cráneo con un canto rodado del río. Era MÍ bifaz, cojones de bisonte. Ya con Hammurabi se llegó a codificar eso claramente, hace unos 5000 años. "Que usted mata una cabra al vecino, él le toma tres. Que usted se folla a su propia hija, largo de la ciudad, pederasta incestuoso. Que su hijo le levanta la mano, se la corta". Eficaz, ¿no? Pero ya lo llamaban de pronto de otra manera. "Justicia". Sutil concepto nuevo y diferente del de "venganza". Ya no era un simple "me jodes, te jodo vivo". Era algo más. "Oye, si todos joden así, parecerá una peli de Tarantino, un poco de por favor..."

Vale que la "Justicia" ha sido puñetera siempre. Porque lo tiene que ser. Los que manejan el cotarro, los que mandan, los de arriba, los putos amos, los de siempre, lleven chistera o celada y grebas, fumen puro o masquen cordero asado, siempre, han sabido que la venganza calma al tonto y la justicia pone en peligro su posición. Por eso la "Justicia" es una mujer vendada y con una balanza. La espada, más fálica, es para adornar. El poderoso, normalmente hombre, sabe follársela y además a lo "50 sombras", que así, vendadita, no sabe quién le peta la "Iustitia".

Ya he dicho mil veces que me quedo como filosofía política aquel diálogo de "Los profesionales", donde, ya no recuerdo si contemplando el ataque de un tren gubernamental mexicano por los "coloraos" (ahí hablan de justicia o venganza, según se mire...), o antes, dice Burt Lancaster aquello de:

"Tal vez sólo haya una revolución, desde siempre. La de los buenos contra los malos. La pregunta es... ¿quienes son los buenos?"

¿Quiénes son los buenos? Quizá aplicando el "cui bono" podemos ver quiénes no son los buenos. Pero es relativo. Quizá viendo qué nombres pueblan las lápidas (si da para pagar una) se sepa también quiénes pudieron ser los buenos. O quizá no hay buenos. Solamente malos y menos malos. Por eso, si queremos justicia, ¿hay que dejarla en manos de los menos malos? ¿sería Robespierre un ejemplo de "el menos malo entre los malos"?

Seamos sinceros. Todos queremos venganza. Cuando algo nos pasa, no pedimos justicia, pedimos venganza. Por eso existen los padrinos de las mafias y los políticos con o sin escaño. Si un tipo nos pifia un día, no queremos devolvérsela en justicia, queremos que trague triple mierda por ello y de paso coja un cáncer. Si nos roban la cartera, únicamente nos falta inscribir una tableta de plomo con maldiciones gitanas como hacían los romanos. No pedimos justicia. Cuando el padre de turno en la tele clama por el asesinato y violación, no sé en qué orden, de una de sus hijas, no pide 20 años de cárcel sin revisión por buena conducta y sin privilegios ni tele. Pide que emasculen al que la violó y mató y si es posible, le manden de putita a una cárcel panameña con una diana en el culo. ¿Creemos en la justicia? Pues no.

Me dirá alguien que cree en la ley. Je, je, je je je. Me río a lo Ernest Borgnine en "Grupo Salvaje". La ley, de nuevo, es el intrincado lazo que envuelve la justicia, perdón, la venganza, siempre atado por los de arriba, los que mandan, los de siempre. La burocracia, como bien sabía Stalin, es la llave de todo. Bueno, Stalin, Beria, Fouché y cualquiera con dos dedos de frente. Maneja los papeles y nadie querrá salir en ellos, dejándote hacer lo que tú quieras. "¿Qué le dijo al juez para que cambiara el jurado?" pregunta Andy García a un Kevin Kostner resabiado de "Los intocables de Elliot Ness". "Que su nombre estaba en el libro (de sobornos de Capone)". Torcer la ley para hacer justicia. O algo así.

En fin. Esa es la confusión de que quería hablar hoy. Y luego, que cada uno piense en ello, desde la actualidad francosiriana a su vecino que le roba el wi-fi. ¿Aún diferencia justicia de venganza? ¿existe la justicia?

Un saludo,