Buscar dentro de este batiburrillo

lunes, 8 de febrero de 2010

Algunas cosas divertidas

Siento no ser muy claro, pero es lo que hay.

Hace poco en mi Asociación de recreación hubo una cuestión que produjo gran debate, mezclándose prejuicios por todos los participantes y dejando que la cuestión creciera hasta ser una bola que aplastó a todo el mundo. El motivo primigenio de dicho debate fue, sencillamente, la envidia. Porque unas personas hicieron algo en un par de años que otras personas no han hecho en varios años. Simplemente eso.

También descubrí, al hilo de dicho asunto, que hablar con todo el mundo convierte a uno en blanco de críticas; sí, yo he sido siempre muy "político", en el sentido de evitar confrontaciones directas, si podía. También es verdad que me gusta escuchar a todo el mundo, tratar de entender su postura, la apoye o no. Y parece ser que, por eso, si luego me manifiesto de otra manera o dejo que mis impulsos actúen en el momento que sea, me convierto en persona falaz o de doble rostro. Me da igual ya actualmente eso. Yo sé qué quiero, a quién apoyo y a quién no, y qué trato de hacer, con la mayor suavidad del mundo. Otros, en cambio...

Lo divertido del asunto es que todo debería ser divertido. Esto es, disfrutar de ello, a la par que hacemos un cierto trabajo de lustre. Pero lo primero lo he perdido con esa Asociación y lo segundo estoy tratando de levantarlo, sin muchas esperanzas, puesto que hay un inmovilismo pertinaz, un prejuicio amplio (ya se sabe, o estoy con o contra, no vale nada más...) y actitudes de agotamiento. Así que, ¿qué me divierte?

Eso, para otra reflexión...

Un saludo,