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lunes, 12 de abril de 2010

Toda violencia de género...

Es del género humano y de la especie homo sapiens. ¿Por qué digo esto? Porque no hay diferenciación por sexos en las taxonomías, al menos no tan amplias como para entender que dentro del mismo género son completamente diferentes. Biológicamente, somos estructuras muy similares, con diversidades definidas por el sexo entre los machos y las hembras.

Entonces, ¿por qué todo el santo día escucho lo de "violencia de género"? Porque se quiere dar a entender que hay dos "géneros", el masculino y el femenino. Y que uno sufre la violencia del otro. Lo cierto es que dentro del mismo género (el humano) nos hemos violentado unos a otros durante largos milenios, más y más cuanta más capacidad industrial para matarnos teníamos. El hecho de que las hembras de la especie hayan sufrido un especial acoso por parte de los machos de la misma especie se ha convertido, en los últimos años, en España, en una aberración al mismo nivel casi que los genocidios (ah, otro palabro divertido es el mexicano "feminicidio", una invención rica e inteligente) si no por número de víctimas sí por visibilidad en los medios de las mismas.

Desde luego, no voy a defender una cultura machista donde el rol asignado es de sumisión al macho por parte de la hembra, quien ha de temer el ejercicio de violencia física. Pero tampoco me parece aceptable el lograr, de pronto, que toda mínima expresión de violencia, consentida, lúdica, personal, sea considerada una muestra de "violencia de género". ¡Pobres ejercitadores del sado-maso!

Lo que me sorprende es la forma de cambiar el lenguaje siempre. Sí, está vivo, sí, es nuestra herramienta y la usamos como queremos o mejor podemos, y sí, tratamos de que exprese pensamientos abstractos, elaboraciones de ideas y demás zarandajas. Pero en ocasiones, el mismo lenguaje usado significa demasiado lo contrario de lo que pretendía antes, y perdido el consenso, rota la norma, pierde un tanto de valor. Yo, modestamente, en lugar de esa "violencia de género" lo llamaría, simplemente, "violencia machista". Algo que ciertos periodistas sí usan, aunque parece dar miedo por cómo suena. Fuerte. Sí, tanto como las palizas y cuchilladas y demás...

Y ya puestos, ¿nos importan siempre más las hembras de nuestra especie siempre que habiten el territorio administrativamente llamado "España" que otras hembras fuera de sus límites? sí, como siempre. Porque todo es ideología interesada, y la política, accesoriamente, en ocasiones solventa problemas, pero en otras, simplemente, los soslaya. Ahora mismo habrán muerto unas 10.000 mujeres (una anábasis hacia la muerte) sin que nadie las mencione, porque "es lo habitual".

Ya puestos, además de tanto teléfono de ayuda, podrían dar las siguientes instrucciones al maltratador:

"Cuando tenga deseos irrefrenables de matar a su pareja, tome un arma y úsela contra sí mismo, abreviando el proceso posterior; esto es, suicídese antes de matarla"

Un saludo,