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jueves, 6 de octubre de 2011

¿De dónde salen los dineros?

Normalmente nos hacemos esa pregunta cuando vemos una gran obra, una gran inversión o un gasto brutal del que tenemos constancia. Hay un sitio, de un tal DFC, que es muy interesante para conocerlo. Su dirección:

http://dfc-economiahistoria.blogspot.com

El resumen que yo iba a hacer lo expone él muy bien en su blog. Sintetizando aun más, yo diría que esto es un problema visto más veces en la historia. Incluso en ese período que algunos historiadores economistas dan en llamar "pre-industrial". Que es como si fuera anterior al capitalismo, pero o sea, no.

El capitalismo es algo que existía en lugares como Roma, ya hace más de 2.000 años. Empresarios que armaban barcos, que obtenían beneficios de la exportación de aceite de oliva, por ejemplo, acumulando un capital y usándolo para adquirir más bienes y riquezas. Y también existía el aspecto consustancial al capitalismo, casi diría yo que la base del mismo. La deuda.

El dinero, siempre, es limitado. Los estados o quienes tienen el poder para acuñar moneda (y defender su valor) no emiten un número infinito de la misma. Bien por escasez del material de contraprestación (oro, plata...) bien por no querer inundar el mercado y, por tanto, devaluar esa moneda. Entonces aparece la deuda. Es el sistema mágico. Imaginen que tenemos, por ejemplo, 1.000.000 de unidades monetarias. Y con ellas, pues no se cubren todos los precios, claro. Ni los salarios. Ni los pagos de rentas, de bienes, servicios... aparte que, si es limitado el dinero, es como en el Monopoly, nunca puedes ganar más dinero del que hay en la caja del juego y está en la misma. Lo que hay es lo que se ve. Entonces... ¿cómo ampliar de manera mágica, pero artificial, ese dinero?

Suponga que en ese mundo con 1.000.000 de unidades monetarias yo hago un proyecto en el que, gastando 100.000, logro un beneficio de 500.000. Pero no soy el único. Hay más gente que hace negocios similares. Al final, entre ellos y yo, los que disponemos de ese dinero físico, real, emitido, copamos el 1.000.000 de unidades. Bien, no hay beneficio posible para todos. O el Estado emite más moneda, o nos inventamos... la deuda y el futuro. El dinero "falso" o en forma de pagaré, de futurible, de "proyecto".

Y ese dinero falso entra en juego, de pronto, sin control de nadie, ni del Estado emisor de una moneda ni de nadie ni nada. De pronto, yo puedo endeudarme por una cantidad alta, prometiendo que devolveré, digamos, el 25% de esa misma cantidad si mi negocio va mal. Bueno, ya hay leyes contra la usura incluso en la Biblia... así que este tema viene de lejos. ¿Y si no pago? quiebro. ¿Y si son muchos los que no pueden pagar, digamos... casi toda una ciudad entera, como Roma? Pues... lo popular es quemar los registros de deudas y reiniciar el sistema. ¿Le debían dinero? ¡ah, se siente!...

La cuestión es que el dinero y su "fantasmal reflejo", la deuda, hace que ese 1.000.000 de unidades limitadas pueda ser un número ilimitado, pero tan algo que, al final, alguien quiebre, caiga, se rompa, fracase en su negocio, se equivoque en sus decisiones, y, finalmente, arrastre al resto por su mala cabeza. Y entonces tenemos una de esas crisis, que básicamente consiste en que el dinero real, el de verdad, no circula ya tanto y tan rápido... de pronto, la moneda que pasaba a tal velocidad que parecía ser 100 veces otra, es 1, la de verdad, y se queda quieta en las manos de quien sabe que, en ese momento, es la única que tiene valor.

¿Qué pasaría si, por ejemplo, todos decidiéramos sacar de nuestros bancos y cajas de ahorro TODO nuestro dinero? imaginen, abriendo el colchón o el baldosín de casa para guardarlo y esas cosas. Realmente... ¿tendríamos todas esas monedas y billetes?

Al final, el corolario, es que los dineros salen de... nuestra imaginación. El capitalismo es eso, una farsa, una ilusión, una mentira tan grande, gigantesca, universal y tentadora, que hace tiempo ya que no necesita de pensadores u operadores para funcionar. Va sola. Y como todas las cosas sin control, acaba pasando siempre lo mismo. Arrasa con todo.

Un saludo,