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viernes, 11 de junio de 2010

Stephen Jay Gould

Estoy ahora mismo con uno de sus libros, recomendación de mi hermano, "Érase una vez el zorro y el erizo", y en él, aparte de tratar de mostrar con buenos argumentos que eso de "ciencias" y "letras" es un invento sin fundamento, más perjudicial que otra cosa, sigo viéndole preocupado con el tema de la religión. En efecto, otro de sus libros, "Ciencia versus religión" tiene un subtítulo que lo dice todo; "un falso conflicto".

Reconozco que de él solamente me había leído el último mencionado y "La falsa medida del hombre", teniendo en recámara algunos más. Pero quería conocer al hombre con quien más difirió Richard Dawkins. Dawkins es un ateo militante y proselitista; no hay más que leer "El espejismo de Dios" para comprobarlo. Ambos mantenían, además, dos teorías diferentes basadas en una misma lectura, "El oriden de las especies" de Darwin, sobre la Evolución. Y ambos eran rivales, sí, también en el tema de la divulgación.

Jay Gould ya murió, hace unos años, con el nuevo milenio. Pero me interesó el debate. Hace poco, en "Muy interesante", un artículo hablaba acerca de un blog de mucho éxito de ciencia... porque sobre todo hablaba de religión. Sonriendo, recordé en ese momento el conflicto falso que denunciaba Jay Gould. Y me pregunté, "¿cómo un científico puede ser tan militante contra la religión y otro, en cambio, apenas sí despacha el conflicto negándolo y hablando de una teoría para ello, el NOMA (Non Overlapping Magisteria / Magisterios no Superpuestos) que a grandes rasgos declara que la Ciencia se ocupa de una cuestión, el mundo natural, y la Religión de otra cuestión, la ética y la moral, y que ninguno de ellos puede entrometerse en el otro, pues no hay argumentos para ello"? Una pregunta larga, la verdad...

Tratando de comprender cómo con tan sencilla respuesta se podría dar por acabado ese conflicto, falso, según él, me empecé a leer otro falso conflicto que denunciaba, el mencionado de Ciencia vs Letras. Y me dí cuenta de que la dicotomía que denunciaba en un lado, por el contrario, la aceptaba en otro. Y si entiendo los argumentos para unir en esa hibridación del zorro y el erizo el mundo del conocimento, no comprendo tanto ese interés en separar y no querer comprender el conflicto con la religión. Porque, a fin de cuentas, es un fenómeno sentimental, irracional, que se quiera o no penetra en los demás magisterios o compartimentos del ser humano. Esto es, no me satisfizo la respuesta de Jay Gould sobre ese tema concreto.

Pero me tiene encantado. Me parece un divulgador de primer orden. Y desde aquí quiero hacer mi pequeño homenaje a un hombre integrador, respetuoso, a veces incomprendido y malinterpretado (¿quién no lo es cuando alguien está interesado en leer o escuchar lo que desea y no lo que se le dice o escribe?) pero que, sin lugar a dudas, tiene un valor fundamental.

Porque todo investigador, científico, estudioso, a fin de cuentas, tiene que luego divulgar, y no tiene que ser un Perelman, pero sí lograr cierta difusión.

Se pueden encontrar los libros de Stephen Jay Gould en la Ed. Drakontos

Un saludo,

2 comentarios:

Andrés dijo...

¿Dejar las cuestiones éticas en manos de la religión? ¿Te has vuelto loco?

Muy bien: no contarás al bizco entre los miembros de tu pueblo, ni le permitirás que more cerca de ti, pues su estrabismo es abominación. Su sangre caerá sobre él: oráculo del Monstruo Volador de Spaghettis.

Donde dice "bizco" léase cualquier otra cosa al capricho de la clericalla de turno.

David P. Sandoval dijo...

Yo no, es la afirmación de Gould, Andresito...

Y no la comparto, como algunos de sus argumentos. Pero me ha interesado su intento de separar claramente religión de ciencia, indicando caminos separados, si bien los "magisterios" de la religión son, para mí, falsos, inicuos, dañinos e innecesarios.

Pero no tengo por qué reafirmarme ni tampoco que me absuelvas... :D